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BANANOCREAM

Madrid, 1988

Viaje por el Hueco de la Escalera

Esta obra fusiona dos propósitos:

Por un lado, como reconocimiento de todas aquellas cosas que pasan desapercibidas pero que son necesarias para sostener lo que somos, utilizar un espacio desaprovechado pero que existe: El Hueco de la Escalera (ese que nos observa siempre contemplando el movimiento de nuestros cuerpos girando en torno a él).

Y por otro, valorar el viaje que se realiza al recorrer el Mercado de los Mostenses a través de diferentes culturas, sabores y colores (sobre todo en estos tiempos en los que viajar se ha convertido en un recuerdo).

Bajo estas dos premisas se construye esta instalación que habita el espacio tejiendo un viaje de color; como siempre, el viaje es diferente para cada persona. Dependiendo de la posición o de la perspectiva, cada espectador (viajero) vivirá una instalación diferente.